jueves, 6 de noviembre de 2014

Educación en los perros. Parte 1: Estructura social

¡Hola!

Hoy voy a hablaros de la educación en  los perros y que para completar la entrada la dividiré en partes. Esto viene motivado por la perrita de mi amiga, de la cual os hable en una entrada anterior, ya que como buen cachorro que es resulta ser un poco trasto y mi amiga no sabe como corregirla.

Antes de hablar de otros aspectos del cuidado y educación de nuestra mascota conviene conocer la procedencia del perro ya que este conocimiento, aunque no lo parezca, nos ayudara en nuestro trato con el animal.

El perro desciende del lobo. Aunque miles de años de domesticación y cría selectiva han modificado su aspecto y su forma de comportarse, no han olvidado sus profundas raíces como manada y que han heredado a través de sus genes.

Los lobos viven en manadas. La organización social de este grupo es una estructura jerárquica perfectamente definida. Existirá un macho dominante o individuo alfa, que estará por encima de todos los demás miembros de la manada. El siguiente individuo estará por encima de todos excepto del dominante, y así sucesivamente. Pasará igual respecto a las hembras.

A continuación dejo un esquema para intentar aclarar el concepto.


Esa superioridad les confiere a esos individuos una serie de derechos y privilegios sociales que los demás componentes de la manada tienen que respetar, por ejemplo el derecho a comer antes que los demás. Aunque también su posición les impone unas obligaciones respecto a la manada como el defender a la manada.
Para mantener el estatus de dominante, no es necesario pelear, salvo excepciones.

El perro considera a la familia con la que vive su manada. Desde el momento en que un cachorro llega al hogar, observa todo a su alrededor, e intenta averiguar quién es el individuo dominante y qué lugar ocupa él dentro de esa jerarquía. Por tanto los primeros 18 meses serán cruciales para hacerle comprender cual es su posición, que lo aconsejable es que sea la de individuo sumiso, y que incluso un bebé debe estar por encima de él.

El perro no va a entender qué quieren decir nuestras palabras, pero sí puede comprender nuestro lenguaje corporal, nuestros gestos y nuestro tono de voz.

El desconocimiento por nuestra parte de su modo de vida y sus costumbres puede producir indecisión y desconcierto en los perros. Hemos de mentalizarnos que un perro no va a ser infeliz por ser el sumiso de nuestra manada, sino por no saber cual es la posición que ocupa en ella.
Con esto ya podemos hacernos una idea de su forma de vida y saber por qué a veces nuestras mascotas se comportan de cierta forma y evitar conflictos, cómo por ejemplo cuando hay dos perros en casa y se pelea por comer primero, así ya sabremos la razón y cómo solventarla.

Espero que os haya "iluminado" un poco y en la próxima entrada seguiré intentando ayudar con ideas relacionadas con este tema.

¡Hasta la próxima!

Cat.

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